Sin titulo

No se si fueron tus ojos cafés, en donde juro que podría quedarme despierta contemplando durante toda una eternidad, quizás fue tu sonrisa tan sincera lo que me atrajo.

Sabes desde aquella vez me quede con la duda de ¿cómo estás? y las ganas de sentir nuestros cuerpos desnudos mientras nuestras almas se encuentran en un vaivén de emociones.

Agradezco habernos encontrado una vez más. En ti encontré que las caricias todavía pueden dar cosquillas y que se puede perder el miedo y comenzar algo que parecía imposible.